domingo, 30 de noviembre de 2014

Familia de hualas

Ayer por la mañana amaneció soleado con algunas pocas nubes altas en forma de velo que afectaron escasamente la luminosidad, siendo las primeras de un frente tormentoso importante que llegó a media tarde; sin embargo estaba algo ventoso lo que no permitió que hubiera tantas aves como en los días calmos. Con esas condiciones me fui a la desembocadura del arroyo El Totoral en la laguna de Monte y desde el puente solo vi algunas especies de aves, muchas menos de lo habitual en cantidad de especies y en cantidad de individuos.
Afortunadamente no fallaron los macá grande o huala (Podiceps major), conocido  también acá como zambullidor grande. Estos aprovechaban la correntada para pescar sumergiéndose en el agua en el último tramo del arroyo, mientras dos pichones ya crecidos esperaban cerca del puente pero del lado de la laguna.
Estos al ver a sus padres aparecer salían con gran ímpetu detrás de ellos para que los alimenten con peces y los seguían casi hasta el puente y se quedaban esperando nadando allí.
Una situación curiosa que pude ver y captar en imágenes era el avance de los adultos con el cuello estirado hacia adelante y casi al ras del agua.
También los vi defender su lugar de pesca de otro congénere que pasaba hacia la laguna con un pequeño pichon en el lomo, este fue ahuyentado por ambos integrantes de la pareja que estaba buceando en ese lugar.
Luego de varios minutos de verlos capturar algunos pocos peces las aves se fueron tranquilamente a descansar entre un juncal a más de 50 metros.





















Otro  adulto transportando un pichón pequeño en el lomo



sábado, 29 de noviembre de 2014

Cortando ramas para el nido

Siguiendo con las fotos tomada en la plaza España hace ya varios días muestro esta vez unas imágenes de cotorras (Myiopsitta monachus) que venían de su lugar de anidación, que es un tinglado del Instituto Agropecuario de Monte (IAM) que cubre un patio de la institución. Allí entre las cabreadas y las chapas las cotorras construyen sus enormes nidos coloniales con ramitas de árboles, que si no consiguen secas en el suelo las cortan de los árboles.
La distancia que recorrían era poca, menos de 100 metros por lo que bastante seguido llegaban de a grupitos de entre 2 y 5 cotorras que se posaban en las ramas de un árbol alto y con su fuerte pico cortaban ramas finas, que luego llevaban volando hasta su morada.
Era un poco difícil de tomar imágenes porque no son demasiado confiadas y porque entre la copa de los árboles y la altura es complicado verlas o tomarles fotos.





viernes, 28 de noviembre de 2014

Atrapamoscas de la plaza

Una especie que vi en la plaza España de San Miguel del Monte hace más de una semana es el suirirí real (Tyrannus melancholicus) conocido en otras regiones de América como atrapamoscas. Y ese nombre le viene muy bien ya que es un experto en atrapar moscas y otros insectos en pleno vuelo. En estas latitudes permanece desde primavera hasta comienzos de otoño, pasando la época mala (cuando no hay muchos insectos) en el centro de Sudamérica.
En la plaza percha en las ramas de los árboles, cables y en todo lugar saliente que utiliza como atalaya para observar posibles presas.
En esa plaza durante la floración del palo borracho (Ceiba speciosa) atrapa sobre todo abejas o moscas de la familia Syrphidae, cosa que sucede en febrero y marzo. Sin embargo pasado los mediados de primavera los insectos abundan y las aves se dan una gran panzada.









martes, 25 de noviembre de 2014

Una golondrina

Volviendo en bicicleta de una salida fotográfica a la laguna de Monte hace una semana, encontré posada en un cable de electricidad que cruza la esquina de la avenida de los Pescadores y Santos Molina una golondrina casera (Progne chalybea). Esta me dejó acercar si asustarse lo más mínimo mientras me coloqué debajo de ella para tomarle unas fotos a unos 4 o 5 metros de distancia. las poses no fueron muy variadas ni la luz de lo mejor pero algo es algo, no tengo demasiadas fotos d esta especie.






domingo, 23 de noviembre de 2014

Gorriones, madre e hijo

Una de las escenas que me regaló mi visita a la plaza España fue observar y poder fotografiar a una madre gorrión (Passer domesticus) alimentar a uno de sus hijos volantones, que fue el único que vi .
Estos comían semillas e insectos que buscaban en las veredas y el césped corto; la madre buscaba sin cesar alimento y se lo daba a su hijo/a que la seguía sin cesar en tierra. Al verlos me fui acercando lentamente agachado a unos 5 metros, más no me lo permitieron las aves, pero fue suficiente para tomar numerosas fotos.
En las imágenes se puede observar que la gorriona trataba de alimentar al volantón con una chinche de la familia Pentatomidae, en mi opinión una chinche hedionda, cosa a la que no parecieron darle importancia o tal vez su sentido del gusto no esté muy desarrollado.
Comoquiera que sea el insecto era muy grande para su pico y la madre reiteradas veces trataba de alimentar al volantón, cada vez intentando meterlo en la boca y también trozándolo con el pico, cosa que sucedió luego de varios intentos.